Mis padres no estarían en
casa el fin de semana. Uno, por viaje de negocios y la otra, por irse de
vacaciones bien merecidas. Mi madre insistió en que la acompañara, pero yo me
negué, alegando que alguien debía encargarse de sacar a pasear al perro y estar
pendiente del canario. Pese a que la idea no le hacía ninguna gracia al final
cedió, dándome la razón.
Así pues, llegó el sábado
por la tarde y la casa estaba parcialmente deshabitada. Después de hacer los
deberes, bajé las escaleras dirección a la cocina y preparar algo para aquella
noche. Un par de pizzas medianas bastarían, contando con que Leo y Ken cumplieran
su parte trayendo coca cola y patatas fritas. Las metí en el horno y me senté
en el sofá a la espera.
-¿Comida basura? –dijo
HongBin, apoyado en el respaldo. De un salto, se colocó a mi lado con las
piernas cruzadas. Ese día llevaba una camisa verde a cuadros y unos tejanos
oscuros de media espinilla. Por la mañana había llevado puestas unas gafas
hipster, pero al final del día se cansó de ellas.
HongBin no había vuelto a
mencionar nada en contra de los humanos, y parecía hasta interesado cuando le
explicaba cosas de mi época. Como, por ejemplo, las pizzas. Desde que yo misma
las definí como “comida basura”, no cesaba de repetirlo una y otra vez cuando
me veía con las cajas de éstas.
-Si, HongBin, comida
basura.
-¿No sabes cocinar? Decepcionante…
-se burló. Alcancé un cojín y se lo lancé a la cara. Como siempre, antes de
tocarlo ya se encontraba en su sitio original-. No entiendo como puedes ser tan
violenta. ¿Estás segura de que eres una mujer?
Aunque hirviera por
dentro, lo dejé pasar.
-Deberías irte. Mis amigos
estarán a punto de llegar.
El Djinn se rascó la
barbilla un momento.
-No quiero –espera,
¿qué?-, me haré invisible y se acabó. Aunque por otro lado, también podrías
presentármelos y sería una fiesta de pijamas de cuatro. Cuantos más mejor, ¿o
no?
-Conociéndote, la liarías.
-Vaya, ¿ahora me conoces?
Solo hace una semana que soy tu genio. ¿Quieres decir que de aquí a una semana
ya nos habremos conocido a fondo?
Se me subieron los
colores, de rabia y vergüenza. Abrí y cerré la boca sin saber qué decir
mientras él me miraba divertido por mi reacción.
-Estás dándole la vuelta a
las cosas. Eres un degenerado –le solté, lo que provocó una carcajada por su
parte.
-Estoy disfrutando ésta
época.
-¡Claro! ¡A mi costa! –¿Por
qué me molestaba tanto? ¡No era justo! ¿Qué se había creído?
HongBin se hundió más en
el sofá.
-Me quedo. Ya se lo
explicarás a tus amigos.
Un bate de baseball. Quiero
un maldito bate de baseball cerca.
El timbre sonó y salté del
susto. Ya habían llegado. ¿Y ahora qué? No que me quedaba otro remedio. ¿Qué
pensarían mis amigos cuando les presentara a HongBin? No tenía ninguna excusa
válida para justificar su presencia.
Tras aclararme la garganta
crucé el salón para abrir la puerta. Al momento, Ken me apretujó en un abrazo
de oso.
-¡Llegó el díiiia! Espero
que tengas una buena peli de acción. Sino, tiramos por 300 o la Guerra de
Troya.
-Hola Leo –saludé por
encima del hombro de Jae Hwan.
-Hm… –me devolvió el
saludo como era usual en él. Cuando mi amigo me soltó, pude conducirlos hacia
dentro y cerrar con llave. Un silencio reinó en el lugar y cuando giré a ver el
por qué, me quedé de piedra. HongBin estaba mortalmente serio, con las manos
fuera de los bolsillos y la boca entreabierta. La respiración de éste distaba
mucho de ser calmada.
Algo similar ocurría con
Leo. La tensión se hacía palpable en el aire. Ken estaba alarmado y no dejaba
de mirar a uno y a otro.
-Chicos, puedo explicarlo.
El es HongBin y…
-¿HongBin? ¿Ahora utilizas
ese nombre? –interrumpió Taek Woon. Mi genio entrecerró los ojos.
-Si, llevo varias décadas con
él. ¿Y qué hace un sucio Marid en el mundo físico? ¿No os repugnaba estar entre
mortales?
-Cállate. No es asunto
tuyo –tras pensar un segundo, volvió a hablar-. Eso mismo debería decirte yo a
ti. Ah no, es verdad. Solo eres un Djinn, condenado a servir a los humanos para
toda la eternidad.
Aquello pareció acabar con
la paciencia de HongBin que ante mi horror se abalanzó contra Leo quien lo
esperaba. Ambos chocaron con fuerza, rompiendo la mesa central y yo solté un
chillido ahogado mientras mi perro ladraba como loco. Ken me apartó rápidamente
y me cubrió con su cuerpo mientras los otros dos seguían lanzándose puñetazos y
patadas.
-Temía que algo así
pasaría… -susurró él, con pesar.
-¿Sabías que pasaría?
¿Cómo? ¿Cómo puedes saber…? ¿Cómo puede Leo saber que HongBin es…? –no lograba
acabar las preguntas. Lo que se desarrollaba ante mis ojos me tenía
completamente anonadada. Jae Hwan me miró. Había perdido la sonrisa y sus ojos
estaban tristes.
-Hay muchas cosas de
nosotros dos que no sabes.
Se me cayó el alma a los
pies. ¿Cuántas cosas NO sabía?
Cuando HongBin empezó a
lanzar objetos contra mi mejor amigo, supe que había que pararlo. ¿Pero cómo?
-¡Ken! ¡Que paren! ¡Que
paren ya! –grité, desesperada, por encima del ruido de cosas que se estrellaban
en el suelo. ¿Pero qué podía hacer Ken frente a lo que se desenvolvía delante
de mí? Me importaba un bledo la casa, el único miedo que tenía era que alguien
saliera herido. El castaño suspiró.
-Esto ya se está pasando
de rosca –se giró, y con un breve movimiento de manos, casi imperceptible los
lanzó en direcciones contrarias, reteniéndolos contra la pared-. Hemos venido a
hacer una fiesta de pijamas, no a arrancarnos la cabeza para consumar venganzas
pasadas. Después de tantos milenios, seguís igual de inmaduros visto lo visto.
Se conocían. Y había
dicho, de alguna manera, que se conocían de hace miles de años.
-Cierra el pico –le ordenó
Leo, sin despegar la vista de su adversario. Si antes había intentado zafarse
de la fuerza sobrenatural que lo sujetaba, esa idea ya no se encontraba en su
cabeza. Ambos cesaron de moverse pero no de asesinarse con la mirada. Era todo
tan confuso… no comprendía nada.
-Jae Hwan… ¿Por qué…?
-No te acerques a ellos
–me advirtió él. Al observar sus ojos, mis manos automáticamente sellaron mi
boca. El iris que una vez fue de un castaño oscuro, se había tornado rojo intensísimo.
Al caminar hacia atrás, tropecé con Argos que de algún modo logró colarse entre
mis piernas, precipitándome al suelo. Siguió ladrando debajo de mis rodillas
flexionadas, mientras yo intentaba que se callara.
Nada de esto podía estar
pasando… Estaba segura de que despertaría en seguida y todo volvería a ser como
antes. Pero en mi fuero interno, sabía que aquello no iba a ocurrir nunca. Ken
era consciente de lo que me pasaba por la cabeza.
-Prometedme que si os
suelto, no os intentaréis matar. Prometedlo ahora, por que estáis provocando un
gran trauma a Alice y no creo que esa fuera vuestra intención, ¿verdad? Ya ha
visto demasiado.
Ambos chicos desviaron la
atención hacia mí. Tanto a Leo como a HongBin también les habían cambiado el
color de los ojos, azul lapislázuli en el primero, verde intenso en el segundo.
¿Era algo propio de su poder? El Djinn me dedicó una mirada derrotada mientras
que mi mejor amigo me observaba con abatimiento. Al unísono asintieron.
Sintiendo otra vez suelo bajo sus pies, se acercaron hasta mi posición,
manteniendo una distancia entre ellos. Ken me tendió una mano que no cogí.
Estaba loco si pensaba que iba a tocar a nadie aquella noche sin una
explicación.
-Necesito saber y sacar
una conclusión de todo esto –comuniqué, con un nudo en la garganta.
Jae Hwan hizo una mueca y
se rascó la nuca. Su iris volvía a ser como siempre.
-Para resumírtelo. Leo es
un genio del plano elemental del agua, que odia a muerte a los Djinn. Pero como
has visto, el que menos se contiene es tu amigo –señaló a HongBin y este
resopló mientras se cruzaba de brazos.
-¿Un Marid? –aún recordaba
los nombres y sus descripciones.
-Es curiosa la forma que
tenéis los humanos de catalogar a los genios, pero sí, así es.
-¿Y tu? ¿Qué eres? ¿Un
Efreet o algo parecido? –espeté.
Ken se rió, pero no fue
agradable.
-Nada más lejos de la
realidad –contestó-. Soy un medio-ángel caído.
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Mi cara al terminar.. http://memegenerador.com/media/created/0pgpof.jpg askhjdakjfhsdgjhdfg Hongbin y Leo peleando, me hubiera gustado estar ahí looooool
ResponderEliminarPor cierto... lo de los ojos te serviría las imágenes que edité para mi fic Monstruo. Leo con los azules y Hongbin con los verdes :3
¡¡¡SIGUE POR DIOS!!!!
Me parto con la imagen xDDDDDDDD No sabía que tendrías esa reacción hahahaha Seguiré, seguiré! No te preocupes! :D
EliminarA la madre! Me quedé asi de :O ..no me lo esperaba, menos lo de Ken siendo un medio-ángel! sdklfjas genial! ;3
ResponderEliminarHahahaha me gusta haber dejado esa impresión XDD Sarah, gracias por leer! ^^
EliminarKya!!! o por Dios voy a morir de un colapso mental!!! son muchas cosas en un solo capi, tiraste todo a la olla de un solo bonbaso me va a dar un electric shock por tu culpa unnie XD, wow la pobre Alice va a salir traumada con semejantes 3 bonbones sobrenaturales *¬* por dios Hongbin un genio Djin, Leo un genio Marid, Ken un medio angel y yo soy Lady Gaga >u< LOL unnie sigue asi actualizando mas seguido, sube el proximo capi y Fighting unnie!!!
ResponderEliminarUoooo bueno, no iba muy mal encaminada! Soy una genia (?). Lo que me ha dejado muy loca es que Ken también lo fuese... En fin; no sé... Estoy medio en shock xD
ResponderEliminarSabes que tendeía que estar estudiando los tipos de contratos y sus características y estoy aqui con el movil leyendo fanfics? Jajaja.
Eeeeeeh te voy a dar mi opinión en una cosa; el perro. Los perros son animales muy sensibles, asi que realmente al entrar Hongbin en la casa lo tendría que haber notado. Igual que Ken y Leo ya que en realidad, no son humanos. O al menos eso es lo que pienso de la sensibilidad de los perros jajaja.
HAHAHH ESTUDIA! XDDDD Y bueno, Ken no es un genio, es un medio angel xDD Los perros lo que notan son las cosas malas, y obviamente, ni Ken ni Leo ni HongBin son genios malvados, solo... se odian xD
EliminarEstudio, estudio... Ahora estoy en un kit kat xd. Bueno, medio angel o lo que sea pero es un bicho como ellos!
EliminarY los perros siempre notan las cosas ya sean malas o buenas jajaja de ahi a que me sorprendiera lo de que no ladrara ni nada... Pues eso, que sigo. ('-')/
ostras :| Cuantos cambios en tan poco trozo dhaksjdhsjdhajdhjkhadshj M'encanta enserio tengo que seguir leyendolos o^o
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